Entrevista con Jef Baeck, Presidente de la Federación de Mutualidades Socialistas de Brabante (FSMB) desde 1990.
¿A qué se dedican y cuál es su grupo meta?
“En la provincia de Brabante Flamenco y en la Capital Bruselas nuestra mutualidad cuenta con un total de casi 600.000 miembros, lo cual equivale a una cuarta parte de la población de esta parte de la provincia. Nacimos de las ‘cajas de ayuda mutua’: fueron la primera forma de organización autorizada de los obreros en el siglo XIX cuando la ley aún prohibía los sindicatos. De la misma fuente nacieron posteriormente las cooperativas y aún más tarde los sindicatos y los partidos políticos. El acceso a la salud sigue siendo la primera prioridad de la mutualidad, y sigue estando intrínsecamente vinculado a la acción política”.
“Nos dedicamos a tres cosas. En primer lugar tenemos una importante función en el seguro de enfermedad nacional, lo cual es lo que todo el mundo asocia con la mutualidad. En Bélgica existe un seguro obligatorio por ley que protege a las personas de los riesgos pequeños y grandes definidos por el Instituto Nacional Belga para la Salud y el Seguro de Invalidez (Riziv). Cuando una persona acude al médico y le paga la consulta (aprox. 25 euros, N. de la R.), nosotros le devolvemos la mayor parte de los gastos (aprox. 20 euros, o sea que el paciente paga 5 euros o el 20%, N. de la R.). Nosotros debemos hacerlo de la manera más eficaz, pues tenemos que dar el buen ejemplo hacia las autoridades. Además, ofrecemos a nuestros miembros también un seguro complementario a través del cual reembolsamos gastos que no van incluidos en los riesgos definidos por la ley tales como los gastos de una ambulancia, la logopedia, las gafas, ... Dicho seguro complementario también abarca servicios como los cuidados y la asistencia a domicilio. En 2010, nuestras intervenciones en esta área ascendieron a más de diez millones de euros. Aunque la gente nos conoce sobre todo por esta actividad, somos mucho más que un ejecutor administrativo. No se nos puede desvincular de nuestro otro papel, el político.
Pues ésta es nuestra segunda misión: ejercer una presión política para mantener accesible y asequible la salud. Lo hacemos esencialmente a través de la Unión Nacional de Mutualidades Socialistas a la que está afiliada nuestra federación. Durante las elecciones y las negociaciones sobre la formación de gobierno presentamos nuestras exigencias. Éstas incluyen sobre todo el mantenimiento de la asistencia sanitaria y su asequibilidad. Un punto importante es la limitación de los suplementos de honorario cobrados por los médicos en los hospitales, ya que se está exagerando al respecto. Hemos logrado limitar dichos suplementos a las habitaciones individuales. Para las otras habitaciones existe un techo. Durante este trabajo de lobby el partido socialista es nuestro principal aliado natural. También el partido democristiano presta/prestaba mucha atención a la seguridad social dados sus vínculos con la mutualidad cristiana. Pero él también se ha convertido en un partido pequeño en el que además su ala obrera ha perdido protagonismo. Esto significa que en definitiva nuestra influencia en estos últimos tiempos es más bien limitada. En las pasadas elecciones, el 80% de los flamencos votó a un partido de la derecha. La gente no se da cuenta de que el acceso a los cuidados sanitarios es la esencia de nuestro bienestar y que no es un derecho adquirido sino algo muy frágil.
Por eso, las 43 asociaciones sin ánimo de lucro (asal) que pertenecen a nuestra ‘familia’ desempeñan un importante papel. Algunas de ellas disfrutan de una gran autonomía y cuentan con sus propias secciones, como la organización de mujeres VIVA-SVV o la organización de mayores S-plus. Tienen su propio carácter, sus propios canales de comunicación para sus miembros, tales como Internet. A la vez, contribuyen a nuestro objetivo principal, es decir una asistencia sanitaria asequible y una distribución equitativa de la riqueza. Ellos se encargan de la sensibilización de sus miembros que posteriormente nosotros podemos movilizar.
En tercer lugar defendemos los intereses de nuestros miembros. La gente suele asociar esto más con el sindicato, pero en la mutualidad también lo hacemos, más específicamente a través de nuestro departamento jurídico. Cuando una persona estima haber sido perjudicada o haber recibido un trato injusto, sobre todo a base de facturas de hospitales o honorarios excesivos, nosotros lo investigamos e intervenimos. En muchos casos las facturas son modificadas. En 2010 atendimos 674 quejas”.
¿Cómo están organizados?
“Una asistencia sanitaria accesible y una distribución equitativa de la riqueza son temas que queremos realizar en el marco de una estructura democrática en la que las personas puedan participar. Cada año, se celebra una Asamblea General (AG) con nuestros 900 miembros. 300 de estos miembros son delegados de las secciones locales. Pues también hemos mantenido nuestras secciones locales, aunque no estuviera previsto en la ley de 1990. Esto se enmarca en una tendencia a trabajar con pequeñas estructuras, pero una gestión democrática requiere un apoyo amplio y, por consiguiente, distintos órganos de participación. El tamaño de la sección determina el número de miembros que puede delegar a la AG, por lo cual estos delegados a menudo cooptan y motivan a otros miembros de su municipio para que participen. En este contexto, se opta por una composición representativa en términos de edad, sexo y origen. Este enfoque personal funciona mejor que el llamamiento en nuestra revista bianual. Un segundo grupo son los sustitutos y el tercer grupo son los militantes: miembros del personal o personas de las secciones con menos miembros y por ende menos escaños. Cada seis años, la AG designa a un Consejo de Administración compuesto de 60 personas que se reúne mensualmente. A su vez, este Consejo de Administración designa a un Comité Ejecutivo de 20 personas que se reúne todos los quince días. Yo soy el Presidente del Comité. El Secretario-Tesorero y su Comité Directivo se encargan de la administración diaria”.
En relación con este tema una pregunta de Fenocin: ¿Cómo enfocan la igualdad de género?
“La ley prevé una representación mínima del 20% para cada sexo en los órganos administrativos. No es nada simple: hay que insistir y forzar un tanto las cosas”.
Se dedican a la salud. ¿Qué es la salud para ustedes?
“La salud no sólo es una preocupación esencial en la vida de cada uno. La manera de la cual se organiza la seguridad social determina también si el abismo entre pobres y ricos crece o disminuye. La manera de la cual nosotros queremos mantener el sistema y seguir desarrollándolo supone que la riqueza se divide equitativamente. A nosotros nos interesa una atención cualitativa y una reducción de los gastos de modo que sea asequible. No obstante, para ello falta la voluntad política: se prefiere que el mercado lo resuelva. Eso causa dramas, por lo cual seguiremos oponiéndonos a la privatización y comercialización de la atención sanitaria”.
